De vez en cuando, me pierdo entre los muros del Cementerio de Pueblo Nuevo de Bcn. curiosamente, lo hago siempre que necesito huir de este mundo de los vivos donde realmente, cada vez me hallo menos agusto, es cierto que hay buenos momentos pero son efimeros, apenas unos minutos, ademas este trepidar, este griterio, esta forma de ser que cada vez, me es mas ajena, hace que irremediablemente busque un rincon de paz y armonia. Y precisamente el unico lugar donde, lo hallo es en ese Cementerio. Digo en ese, porque los he ido recorriendo todos, pero en ninguno me siento como él.
Esta mañana brillaba el Sol, la temperatura era dulce con esa brisa tan nuestra, llegada de la cercana playa, las golondrinas, piaban enloquecidas, recibiendo a esta tardia primavera, a mi alrededor ninchos repletos de flores de alegres colores, en su mayoria, flores frescas, yo misma he colocado un ramito de ellas en un lugar secreto que amo especialmente. El marmol blanco de los mausoleos recien restaurados brillaba con el Sol, y mi alma se henchia llena de una armonia, que muchas veces creo haber perdido...
